Niñas reflexionando sobre sus espacios personales a través del objetivo de una cámara ( High School for Inclusive Education, 5th Campus, en Anantapur, India). Fotografía de Manuel Mena Bravo, cc by-nc
Desde que llegamos a la india, y estoy seguro que como a cualquier otra persona que visite este increíble país por primera vez, no hemos sido capaces de tener guardadas nuestras cámaras más de cinco minutos seguidos, hasta el punto de quedar saturados por tanta información recibida en tan poco tiempo. Paisajes, arquitectura, animales, situaciones cotidianas del día a día que a nosotros nunca se nos hubieran pasado por la cabeza, y sobre todo personas, personas que mientras están en su rutina diaria, te miran, te sonríen y desde ese momento te cautivan.
Pero no solo nosotros somos los llamados a tomar nuestras cámaras y disparar hasta la saciedad, también se produce el efecto contrario, atraídos por alguna razón, disfrutan tomándose “selfies” con cada uno de nosotros. Y es que la era digital también ha llegado a la India para quedarse, pues sin duda si hay una herramienta tecnológica que todo el mundo quiere tener, esa es el teléfono móvil. Aquí en Anantapur podemos encontrar calles enteras dedicadas a vender y “customizar” todo lo relacionado con estos aparatos y por supuesto si hay alguna tienda que destaca sobre el resto esa es la de alguna de las marcas más conocidas de este sector.
Por este motivo, cualquier actividad relacionada con la tecnología digital pensada para el alumnado es garantía de éxito, disfrutan pudiendo experimentar con cualquier herramienta tecnológica que se les ponga por delante. Por esta razón volvíamos a recurrir a las cámaras donadas para el proyecto (aprovechamos para dar las gracias de nuevo a todos los que colaboraron desde España) para realizar uno de los momentos.
Como explicamos en el post de la actividad, a cada pareja de alumnos se les entregó una cámara para que tomaran fotografías de su entorno explorando la idea de espacio seguro y teniendo como único elemento conector el aro. Con estas pautas se movieron por todo el centro: clases, zonas comunes, despachos, cantina,… y fueron captando su vida.
Niños reforzando su empoderamiento personal a través del objetivo de una cámara ( High School for Inclusive Education, 5th Campus, en Anantapur, India). Fotografía de Manuel Mena Bravo, cc by-nc
El resultado es excelente, de las 21 cámaras entregadas se consiguen más de 1000 fotos en total, una media de 47 fotografías por pareja. Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos es el primer contacto con este tipo de maquinas, llama la atención como todas las fotos realizadas son en formato horizontal, atendiendo a la fisionomía de la cámara, ninguno de los alumnos se plantea el girarla para obtener imágenes en vertical. Observando las fotos conseguidas, también podemos apreciar como la percepción visual de todos ellos les conduce a tomar imágenes perfectamente encuadradas, buscando que el personaje u objeto esté en el centro de la composición.
Con respecto al contenido de las imágenes, insistiendo en que por parte de la actividad solo se les pedía que tomaran fotos de los espacios que ellos considerasen como personales a través de la mirada del aro, el resultado obtenido ha sido en su mayoría el de retratos de los propios niños o solos o con otros amigos o con sus profesores y personal del centro, exceptuando algunos casos en los que la imagen si se centra en enmarcar alguno de los espacios que habitan, como la representación del Dios Ganesha en la entrada del centro, un estanque y algunos de los jardines.
Niña auto-retratada dentro de su «espacio personal» con sus amigas ( High School for Inclusive Education, 5th Campus, en Anantapur, India). Fotografía de Manuel Mena Bravo, cc by-nc
Obviando el hecho de la novedad ante el uso de las cámaras por primera vez, de esta actividad nos quedamos con el valor proporcionado a cada una de las imágenes que, como si fueran un tesoro, reflejan la identidad de cada uno de los niños y sirven a su vez como imágenes auto-reafirmadoras de ellos mismo que se presentan a su comunidad tal como son, en su contexto diario, cargados de poder.